Cada uno es único en su clase
El cultivo con fines medicinales y de productos especializados requiere de una atención especial. Habida cuenta de que el resultado final se utilizará para uso medicinal, todo el proceso de cultivo ha de llevarse a cabo de forma estéril. Los productos especializados suelen encontrarse sujetos a investigación, desarrollo, innovación y, a menudo, también a la ley en materia de patentes.
La investigación es una prioridad
Para la producción de algas, por ejemplo, es necesaria una forma diferente de trabajar con respecto a la producción de verduras a granel. Debido a que las microalgas se pueden cultivar en fotobiorreactores especiales en tierra, se pueden producir en cantidades abundantes y en condiciones estrictamente controladas en tierra no apta para cultivos terrestres. Por consiguiente la producción de microalgas no compite con la agricultura.
Otro cultivo total es el del cannabis. Este tipo de cultivo tiene 3 ciclos de crecimiento: plantas madre, crecimiento y floración de las plantas. Esto significa que, en función de la ubicación, se precisan varias soluciones de invernadero como sistemas de apantallamiento, de oscurecimiento total, de riego, de calefacción, de refrigeración, de circulación de aire, de iluminación y todo controlado por ordenador, para cada uno de los departamentos. Además, también resulta necesario contar con un espacio de procesamiento que se pueda adaptar para manipular el producto para cortarlo, secarlo, extraer aceite, etc. En parte debido al valor del producto final, este tipo de invernaderos deben recibir la atención adecuada para que todo el proyecto tenga éxito.
Las demandas del futuro
La demanda de energía, agua y alimentos no va a hacer más que aumentar en los próximos años. Esto pone de manifiesto la necesidad de llevar a cabo investigaciones acerca de cómo podemos satisfacer la demanda de alimentos, con recursos limitados de agua y energía, así como la de productos médicos y especializados. Diseñar un invernadero para estos propósitos tan específicos plantea varios retos, no solo en lo que a los requisitos específicos del invernadero se refiere, sino también para la innovación que la investigación a menudo requiere, ahora y en el futuro.