Ahorro de agua
El rápido crecimiento de la población de la Tierra pone de manifiesto la necesidad de una mayor innovación agrícola, con el fin de aumentar la producción de alimentos con recursos limitados. El cultivo en invernaderos reduce el consumo de agua, en comparación con la agricultura al aire libre debido a cuatro motivos principales: 1) las plantas pierden menos agua a través de la evapotranspiración, debido a la menor incisión del viento, al aumento de la humedad y a una mayor regulación de la temperatura en el ambiente del invernadero; 2) los sistemas de riego por goteo mejoran la eficiencia del uso del agua; 3) los cultivos no se han de espaciar tanto, reduciendo así el desperdicio de agua; 4) los ciclos de cultivo en los invernaderos son, por norma general, más cortos que en el exterior, lo que resulta en un menor consumo de agua durante toda la temporada de crecimiento.
La clave reside en la eficiencia
La tecnología del agua es vital en el sector hortícola. Un sistema de riego preciso y sofisticado es un requisito previo para el crecimiento óptimo de los cultivos. La calidad adecuada del agua es esencial; debe estar en buenas condiciones y su uso ser seguro. Un sistema de riego ajustado a las condiciones de los cultivos, al tipo de sustrato y a los factores internos y externos, asegura el crecimiento óptimo del cultivo, que a su vez se refleja en el rendimiento de la producción.
El agua es el motor de todo cultivo
El suministro de agua tiene una importancia eminente para la horticultura en invernaderos. Los sistemas de control del agua no solo incluyen las tuberías, sino también los sistemas de almacenamiento de agua, tratamiento del agua, recirculación, unidades de fertilización y sistemas de transporte de agua. Todos los posibles requerimientos y necesidades se pueden integrar en el plan de gestión del agua para asegurar que los cultivos alcancen su máximo potencial.
Recirculación
El agua es un bien escaso y los horticultores de invernadero lo saben muy bien. Los horticultores actuales tienen una amplia selección de materiales y sistemas a su disposición, que les permiten utilizar el agua de manera eficiente y rentable al mismo tiempo. La recirculación es una de las opciones disponibles diseñadas para el aprovechamiento eficiente del agua. La recirculación, también conocida como circuito cerrado de agua, consiste en la reutilización del agua de drenaje. El agua de drenaje se purifica mediante luz ultravioleta o calefacción. El sistema de recirculación también produce un ahorro de costes significativo en términos de fertilizantes.